Quiero compartir con vosotros los resultados de una encuesta que hemos hecho entre nuestros pacientes.
Hemos preguntado a casi mil pacientes de 31 países, sin hijos y con problemas de fertilidad, si preferirían tener gemelos, hijo único o si les era indiferente una opción u otra.
Los resultados indican que la mayoría de los pacientes prefieren tener gemelos, el 70% prefieren o les da igual tener un embarazo gemelar y sólo el 30% prefieren tener un embarazo único.
Los especialistas en esterilidad no nos sorprendemos de los resultados de esta encuesta. Cada día vivimos este conflicto entre lo que quieren los pacientes y lo que aconsejamos los médicos, porque resulta difícil explicar los riesgos del embarazo gemelar a mujeres que temen no conseguir nunca ser madres. Al hablar de la posibilidad de tener gemelos la mayoría se imaginan que serían el doble de felices y que ya habrían completado su familia.
Es difícil saber cuántos embriones hay que transferir para conseguir el éxito y reducir al máximo el embarazo gemelar.
Para que un embrión implante tras la fecundación in vitro y dé lugar a embarazo evolutivo es necesario: que el útero esté preparado para acogerlo, que el embrión tenga una morfología adecuada (nº de células, aspecto similar de las mismas, etc), una dotación cromosómica normal, una energía potente (viene dada por las mitocondrias y es menos intensa con el paso de los años de los ovarios), que se pongan de acuerdo el embrión y el endometrio para que haya implantación y que no se produzca rechazo inmunológico. ¡Para los que dedicamos nuestra vida a esto cada niño es un milagro!
Según estudios realizados en nuestro Centro, en la mejor de las situaciones, es decir embriones procedentes de donantes de ovocitos y de semen, el 50% presentan anomalías cromosómicas y este porcentaje va aumentado con la edad de la mujer llegando a estar alterados el 85% de los embriones de las pacientes de 40 años.
Por esta razón, quizás la principal estrategia para reducir el riesgo de embarazo múltiple sin bajar las tasas de embarazo sea analizar los cromosomas del embrión para transferir sólo los que tengan posibilidad de evolucionar.
Pero… cuando en la ecografía o en el parto vemos que hay dos pequeñitos, en la gran mayoría de los casos compartimos de corazón con nuestros pacientes esta gran emoción y orgullo.
Coks Feenstra, experta en estudios de gemelaridad, tras entrevistar a decenas de adultos gemelos dice: “Ser gemelo es tener el doble de alegrías y la mitad de penas”.
Nosotros, hace 12 años, vivimos un caso excepcional. Tuvimos no el doble sino el triple de alegrías: el nacimiento de unos trillizos idénticos.
Mira el impresionante reportaje del día que nacieron aquí.